El problema es que en esta "finquita decimonónica" estamos acostumbrados a ver una Asamblea Legislativa como la vimos por muuuchos años: en una alternancia entre el PUSC y PLN… Y un par de partiditos que se arrimaban donde les calentara el sol… Por eso se han producido chorrocientas leyes inoperantes y traslapadas (muy a menudo)… Porque la Asamblea se había convertido en una plataforma para producir leyes y legitimizar al poder de turno –siempre en la alternancia- y tapar sus "deslices".
Desde Abel Pacheco p’acá, la Asamblea Legislativa viene pariendo un cambio: Al romperse la hegemonía del bipartidismo, existe un mayor control político y existe más debate y discusión a lo interno y entre fracciones… y eso es bueno, pues ahí hay mayor representatividad de todos nosotros.
Y para eso es un PARLAMENTO: Para hablar, discutir, agarrarse del moño y devolverse los peluches al final de cuentas. Un parlamento complaciente e inocuo sólo sirve para que el Ejecutivo parezca bueno sin serlo.
Juan Carlos Mendoza, Presidente del Congreso.
En mi humilde opinión, lo que pasó el primero de mayo fue un éxito:
No sólo porque el Directorio pasó a mando de una Oposición Pluralista, sino que evidenció que aún en lo más interno y crucial de la Asamblea HUBO control…
Se paró una elección que se venía a TODAS LUCES viciada, con la típica compra de votos, por parte del Partido en Poder… y sus respectivos lamebotas (para no ponerlos a lamer otras partes). Y que hay vientos de cambio en la Asamblea... ¡¡Albricias!!
Así que, lo que Laura hizo, fue una chiquillada de "Désperat Jáusguáif del Oeste de la Capital":
Por RESPETO a la separación de poderes y ante el Primer Poder de la República, con la representatividad de todos los costarricenses y cohabitantes… DEBIÓ haberse quedado.
Debió haber tenido un poco de "Tea Talk" con Tirios y Troyanos… Porque ANTES de ser del Partido Liberación Nacional, ella es la Presidente de la República y esos berrinches no son bien vistos.
¿Pero la dejaron con el discurso en la mano? Me dirás…
Lo que estaba en juego, en la Asamblea Legislativa, este 1º de mayo -y no negro- era muuuuucho más trascendental que sentarse a escuchar el menú de buenas intenciones que tenía que leer la Señora Presidente.
Ella como poder Ejecutivo, por más que se le ponga cuesta p'arriba -ahora- la relación con la Asamblea, ella tiene que tener el "yé ne sé cuá" político para entender que hay prioridades.
"Uno no puede recibir visitas en la casa, si los calzones están colgando en la sala"… decía mi abuela, que en algún lado goce.
Por eso, encuento que debió haberse quedado en la recepción y comerse unas enchiladas con café.
Esa es mi humilde opinión al respecto.
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