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domingo, 21 de agosto de 2011

La “Callecita Karla González” ni para una miada sirve…


Ayer, sábado 20 de agosto, un grupo de 40 voluntarios de varias organizaciones y empresas veníamos en el autobús de regreso de una jornada de limpieza en Playa Guacalillo, cuando tuvimos el desagrado de hacer uso de los “servicios” que presta la concesionaria de la callecita que comunica Caldera con San José.

Dejando de lado el asunto que hay que pagar tantos peajes y que la concesionaria no hizo nada más allá que seguir el trazado, cortes y puentes que ya en los años Ochenta habían hecho los ingenieros del MOPT… Y que cobraron con precios actuales e inflados, tuvimos otra experiencia digna de mentar.

Ante la ausencia total y absoluta de gasolinerías, sodas, restaurantes o dráif- ins (que llaman algunos) no hay lugar en dónde tomarse un café y peor aún, NO hay en donde comprarse una salandrius, tomarse un vaso con agua y mucho menos echarse una miada.

Cuando veníamos por la “autopista”, Marcos, uno de los voluntarios quienes habíamos estado horas recogiendo material reciclable y basura de la playa, se fue poniendo pálido… sudaba como un pollo en asador, pero un sudor frío, frío, y se fue poniendo de un tono blanco palidejo tipo Lord Vordemort.

Ante esa situación y sumado a que unos 15 voluntarios y voluntarias ocupábamos hacer uso de un baño. Optamos por parar el autobús en la caseta junto a los peajes del cruce a Atenas.

Giselle, una de las liderezas, se apeó, y fue a preguntar si alguien podría ayudar a Marcos y a pedir el baño... Para entonces, los 15 o más voluntarios nos apeamos y comenzamos a hacer fila para entrar a la caseta y… ¡Oh sorpresa!

Un oficial de seguridad privado, nos comunicó que el jefe estaba muy ocupado para pedir permiso para usar el baño y que debíamos llamar al número de “servicio en carretera” para saber dónde estaba el carro y entonces llegar con el bus a donde ellos estuvieran para que vieran a Marcos.

Ante el desafortunado incidente, unos ocho o diez de los caballeros optamos por ir al “orinal natural” detrás de la caseta, pese a que sobre el hombro de cada uno de los miccionadores compañeros pendía una cámara de circuito cerrado y descargamos nuestras atribuladas vejigas. Mientras, las compañeras más urgidas hicieron caso omiso a las palabras del guarda y entraron al único baño y salieron de su apremio.

Ya para entonces, Marcos había recuperado algo de color y decidimos seguir hasta algún punto más civilizado.

Me pregunto: ¿No es cierto que una soda, por más humilde que sea, una iglesia (sin importar su credo, o un salón de baile DEBE brindar el servicio sanitario para funcionar?

¿Por qué una calle, la cual pagamos con tantos réditos, está exenta de tal servicio?

No usamos el servicio de asistencia en carretera, porque ni el guarda de la caseta ni nosotros sabíamos el número… sino hasta que pasamos un rótulo luminoso, allá por el puente del Tiribí, casi por la Sabana y decía: 2588-4040

Quizás sea importante que lo apunte… Y la próxima vez que vaya por la susodicha callecita, se apresten con una bacenilla… A ver, si por lo menos, para eso sí sirve la “Callecita Karla González”.

¿Será que muchos de los accidentes que ocurren por alta velocidad en esa calle se deben a conductores urgidos de llegar a un lugar decente en donde SÍ les presten un baño?

2 comentarios:

Oscar dijo...

Será que habría que poner una denuncia en el Ministerio de Salud porque no cumplen con la disposición de contar con un baño para sus usuarios ???? Y ahora que no está la Doctora Maria Luisa Avila crees que se atrevan a ponerle un sello ??? Por ser tan linda a Costa Rica la llaman la Suiza centroamericana.-

Anónimo dijo...

MAS BIEN,,,'''¡¡¡CUIDENSE...LA LEY ES MUY CLARA...EN CR SE PUEDE MANEJAR MEDIO TAPIS,CARGAR Y FUMAR "ALGITO DE MECHA" CHORICEAR..ETC PERO SER
VISTO Y GRABADO HECHANDOSE UNA MEADA,,,,¡¡¡¡ESO ES UN DELITO GRAVE....