Doña Lela: El inevitable descalabro de "quien mucho abarca, poco aprieta".

Fuimos a "La Casa de doña Lela"...

Hoy, después de mucho tiempo de no ir... Se me antojó la puñetera idea de ir a "La Casa de doña Lela"...

¡¡Triste antojo!!

Fuimos al "Doña Lela, la original": Ahí, en donde hace unos 15 años abrieron un galerón de latas de cín, con una atención esmeradísima de sus dueños... y con una sazón exquisita. Nada pretencioso, pero sí, ¡¡DELICOSO!!

Hoy, es un enorme rejuntadero de polvo... la decoración "hiperkitsch" de árboles falsos, tejas llenas de polvo. Lámparas llenas de polvo, servilleteros llenos de polvo, mesas llenas de polvo, rodapiés llenos de polvo y el lugar: Ajadísimo.

(¡¡Aún así, cuenta con TRES TENEDORES de parte del ICT!!).

Una atención de perros... Casi que dan ganas de pedir perdón por llegar a interrumpir la charla de los meseros con las cocineras.

Pedimos: Café negro, tamal de cerdo y una tortilla aliñada con natilla... ¡¡Error!!

Primero: Salió el tamal y se quedó en la barra un rato, mientras el mesero seguía hablando con la cocinera.

Luegó el "Café": RE-re-rechino... ralo y más frío que caliente.

Luego llegó la fritang... Digo, la tortilla aliñada... flaca, flaca, flaca, como Carolina Tejera... más parecía un gallo de queso frito que una "tortilla aliñada"... Pero, un gallo para matar a cualquier de un "triglicéridos-attack". Con natilla...

Lo comimos... 

Mi comensal se negó a beberse el café y dejó medio tamal... Yo, por pinche me lo comí. Lo que se hace por hambre.

¡¡Claro, del hambre pasamos al susto!!  Seis mil y resto de colones por eso... Ojalá que algo de eso vaya a ir para la contratación de alguien que sacuda... Por C6,000 pesos hubiésemos comido dos casados y hasta un gallo de queso de verdad.

Eso suele suceder con muchos negocios que crecen, crecen y pierden la calidad: Rostipollos, Spoon, Doña Lela y otros.

Ahora estoy con un par de "Salandrius" y con la firme promesa de que, "acharita" pero, Doña Lela... Descansa en paz.